A veces, ciertos eventos cotidianos logran dar con la tecla maestra y propiciar la creación de eventos extraordinarios. Si se empieza esta historia por orden cronológico, debería viajarse 80 años atrás, a las tertulias de tarde de Fernando Fernán-Gómez en una cafetería del norte de España. Encuentros que acabaron por germinar un premio literario que destaca el talento de plumas de las Islas Canarias.
Hace casi cinco años, un almuerzo informal en un restaurante sembraba la semilla de la curiosidad en dos escritores. Esta semana, Parabere, escrita a cuatro manos por la grancanaria Andrea Cabrera y Aldo García, daba la sorpresa como finalista del Premio Café Gijón 2024, tiempo después de que Alexis Ravelo lograra el premio por Los nombres prestados en 2021. «La realidad es que el premio no solo me parece importante por lo que es, sino que para los escritores canarios significa mucho por ganarlo Alexis Ravelo», reconoce Cabrera.
Los días siguientes se han escrito como una «vorágine», de la que también es en gran parte responsable la Casa Museo Tomás Morales en Moya, con las pertinentes subidas y bajadas de Cabrera al corazón de la villa para protagonizar los encuentros del taller. La tournée al norte parte de «una necesidad de personal» de la autora, que saborea el éxito prematuro de su segunda novela mientras promociona el texto rodeada por compañeros del gremio.
El libro narra la vida de María Mestayer (Bilbao, 1877-Madrid, 1949), o como ella misma se llamaba, la marquesa de Parabere. Una mujer burguesa vinculada a la cocina patria que dejó su posición acomodada para emprender y abrir un restaurante en tiempos de Guerra Civil. Si bien es cierto que la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) incautó el negocio poco después del alzamiento del bando nacional, el local Parabere sació el hambre de camaradas simpatizantes de la República. Corresponsales de guerra como Ernest Hemingway, John Dos Passos, André Malraux, Manuel Chaves Nogales se reunían al abrigo del restaurante.
Una de las anécdotas reales que destaca la autora de Parabere es la vez en la que una granada fue lanzada al local, pero no llegó a explotar, hallándose dentro un mensaje escrito por los proletarios que trabajaban en las industrias de armamento: «Esta arma no matará a ningún camarada».
La importante figura de Mestayer, una mujer que nació en el seno de una familia de empresarios y banqueros, ha pasado desapercibida, un hecho que pretende resarcir Parabere. La marquesa no se apoltronó ni redobló como le pedía su contexto social y abandonó su tierra encandilada por las ideas de emprendimiento, aunque su marido se opusiera. «Hay aspectos de su figura que me inspiran. La admiro», clama la autora.
«No queríamos escribir una biografía. Éramos conscientes de que estábamos ante una obra de ficción. Lo relevante era que fuera creíble y que el tronco de la historia fuese creíble», comenta Aldo García, camarada de Andrea Cabrera en esta publicación, pero también editor y responsable de la librería Antonio Machado en Madrid. En el mano a mano de ambos con la pluma –o un documento Word–, los escritores encontraron la complementariedad de dos metodologías creativas, a priori, contrapuestas. La literatura, una tarea normalmente solitaria, adquiere nuevos sentidos cuando se armoniza en conjunto, por eso, coescribir Parabere, «ha sido un proceso de autodescubrimiento».
Se describen como complementarios: «La noche y el día». Pero en el sentido literal de su significado, ya que la grancanaria se autodefine como una persona «muy metódica», que busca encajar en su rutina momentos para la escritura. «Aldo es nocturno», se ríe su compañera, que no escatima en bañarle de elogios por su «gran conocimiento de la literatura, historia y una memoria prodigiosa».
El resultado de los largos procesos de investigación y documentación se ficciona de manera «verosímil», incluyéndose pasajes escritos por la misma marquesa de Parabere.
«La marquesa es el centro de la historia, pero no la narrativa completa. Hemos querido construir a su alrededor infinidad de personajes y subtramas que hacen de la novela un concepto más amplio». María Mestayer dejó como legado una colección de libros culinarios, bautizados como La cocina completa, en los que deja entrever más allá de las recetas.
La escritora grancanaria Andrea Cabrera publicó el año pasado La galería de los antepasados, una novela que evoca el imaginario canario con plataneras y terratenientes, que destila un corte de feminismo subyacente por sus protagonistas. Situación similar a la de Parabere, que verá la luz en enero de 2025 con su publicación a cargo de la editorial Siruela.* «Estamos recuperando nuestro espacio y lo estamos haciendo por valía propia», reivindica.
Por su parte, la novela ganadora del Premio Café Gijón 2024, El final del bosque, escrita por María Fasce, se destacó por el jurado como un libro «de indudable solvencia formal y de innegable vuelo estilístico», que también se publicará en simultáneo a Parabere.
La Provincia. (2024, septiembre 13). Parabere: La novela de ficción sobre la marquesa de la cocina. La Provincia. https://www.laprovincia.es/cultura/2024/09/13/parabere-novela-ficcion-marquesa-cocina-108107106.html