Viento de pueblo es la obra más vibrante de quien mereció ser llamado «gran poeta del pueblo» y «el primer poeta de nuestra guerra». Los poemas de este libro surgen de una historia que se está haciendo y en la que tratan de imprimir su huella. El combatiente y el poeta palpitan en ellos -«la poesía en mi es una arma que dejo en las manos del pueblo»-; expresión íntima y vigorosa de un poeta que lucha junto a los milicianos, vive al mismo tiempo la experiencia del amor y la paternidad y trata de convertirse en portavoz y guía de su pueblo envuelto en una lucha sangrienta. La crítica ha dicho:
«Miguel Hernández cantaba con su voz de bajo y su cantar era como si todos los árboles cantaran. Como si un solo árbol, el árbol de una España naciente y milenaria, empezara a cantar de nuevo sus canciones. Ni chopo, ni olivo, ni encina, ni manzano, ni naranjo, sino todos ellos juntos, fundidas sus savias, sus aromas y sus hojas en ese árbol de carne y voz.»
Octavio Paz «Miguel Hernández ha sabido convertir su dolor y su desaliento en la mejor y más perdurabl