GARCÍA PRIETO, ELISA
Introducción.-PARTE I. LA EVOLUCIÓN DE LA CASA DE LA REINA (1568-1598).-Capítulo 1. Una nueva reina para la Monarquía. La llegada de la archiduquesa Ana de Austria.-Capítulo 2. La consolidación de la casa de la reina.-Capítulo 3. La muerte de Ana de Austria y la transformación de su casa.-Capítulo 4. Matrimonios y jornadas reales.-Capítulo 5. El servicio áulico de los hijos del rey ante el fin del reinado.-Epílogo. 1598-1599. Hacia una nueva casa de la reina.-PARTE II. REFLEXIONES EN TORNO A LA CASA DE LA REINA.-Capítulo 6. Espacios para una soberana. La consolidación del mapa áulico.-Capítulo 7. La construcción de la consorte regia.-Capítulo 8. Tensiones y conflictos en palacio.-Capítulo 9. La casa de la reina católica: un modelo triunfante.-PARTE III. VIDAS DE PALACIO.-Capítulo 10. Grandes linajes al servicio de la reina: camareras mayores, ayas y otras mujeres de la cámara.-Capítulo 11. Recorriendo la vida de las damas de palacio.-Capítulo 12. No todo es nobleza en la corte.-Capítulo 13. Un mundo de confluencias.-Capítulo 14. La vida después de palacio.-Conclusiones. Reflexionar sobre la casa de la reina en el mundo de hoy.-Anexo. La servidumbre de la casa de la reina.-Bibliografía.
Una Corte en femenino es un acercamiento a un espacio de poder dentro de la Corte de Felipe II. Con el análisis de la casa y la servidumbre doméstica que dio servicio a Ana de Austria, última consorte de Felipe II, se pretende ahondar en el estudio del mundo áulico de los Habsburgo del siglo XVI y comprender las dinámicas sociales que ésta encerraba. El hecho de escoger como hilo conductor la casa de una consorte nos permite entender de manera mucho más clara el papel de las elites femeninas de la Monarquía. Este espacio de confluencias, de integración y, en definitiva, de ejercicio del poder, vio circular a un buen número de damas y servidoras que, como miembros de los linajes nobiliarios de la Corona, se valieron de sus puestos cortesanos para beneficio propio y el de sus familias. Estas páginas recogen sus vivencias dentro del espacio cortesano y les otorgan una voz que, en ocasiones, no ha sido puesta suficientemente de manifiesto.