CARDELLS-MARTÍ, FRANCISCO A. / AAVV
«El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer sino al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor». José Ortega y Gasset Después del convulso siglo XIX español y la desaparición definitiva de su imperio, muchos filósofos del siglo XX fueron muy críticos con la propia España. Ortega y Gasset consideraba a España como un país con una cultura y una historia ricas, pero que estaba atrasada en términos de desarrollo económico y social. Apostaba por la industrialización de España, que debía modernizarse para poder competir con el resto de Europa. También creía que el gobierno debía tomar medidas para mejorar la educación y la sanidad, así como para promover el desarrollo económico. En España invertebrada, Ortega y Gasset propuso una interpretación de la historia de España que resultó incómoda porque expuso grandes cuestiones que siguen latentes hoy a modo de desafíos contemporáneos: el papel de la monarquía, los privilegiados y sus responsabilidades, la prolongación del legado hispánico, la influencia europea, el mundo transatlánticoà Hoy, seis historiadores de difere