RUIZ MATA, JOSÉ (1954)
Hay quienes defienden en la novela el arte por el arte. A ellos se les podrían proponer las siguientes cuestiones: primera, ¿de verdad sus libros están llenos de ese supuesto arte?, ¿quién lo mide? Segunda, ¿acaso el arte está en pugna con el compromiso? Tercera, ¿no es compromiso ir más allá de lo que se muestra, es decir, una de las condiciones del arte? Cuarta, ¿las obras clásicas no están impregnadas de esa comprensión del mundo? El Quijote, El Criticón, El filósofo autodidacta, El Gatopardo, por citar algunas, ¿no son obras en las que se expone un nuevo concepto de realidad, una crítica a las costumbres, una búsqueda de nuevos valores en las personas? Si estas obras siguen llamando nuestra atención es porque han tratado temas que son fundamentales en los individuos y en su convivencia, porque han sabido ahondar en problemas, pensamientos, inclinaciones que no son sólo de una época o de una sociedad concreta, sino que atañen a la persona en sí, a su formación, a su forma de ser, de pensar, de actuar. Estas narraciones inciden en los conflictos del ser humano en general y, gracias a ello, se han converti