En "Estudio de las pérdidas", cada apunte alude a una evocación de la tierra de infancia, del huerto, del campo. Hay aquí una mirada a la gente sencilla, a sus biografías cotidianas, a sus transparencias. El autor ha intentado ser fiel, en esta escritura, a la vida vivida, a sus antepasados, a las pérdidas incontables. El libro suscita un viaje entre la prosa breve y el aforismo.