SALAMANCA GALLEGO CARMEN
"Ante este tercer libro de Carmen Salamanca se difumina sobre mi
mirada atenta una dirección: hacer escritura, poetizar lo íntimo y
esa vocación incontrolable está entre sus versos.
"Galopando bravías frases construimos/tiempo y universo opuestos
a lo estricto,/gárgolas de amor volando en desbandada/cielo
abierto para la voz humana."
Un caballo que galopa puede desbocarse, encabritarse. Así la
poeta se sube sobre el lomo de un animal mítico ebrio de domesticidad,
el lenguaje, como si un surtidor de la fuente de la vida se tratara.
Así la vemos, algo despeinada en plena fiesta de palabras
multicolores y volátiles.
El poema como un campo de batalla donde exhibir heridas y
grandezas, rescoldos vitales del día a día:
"Y calculé a sabiendas, la sangre derramada,/desmedida pasión
arrojada al abismo/entre claves de íntima conspiración./Mover
pieza fue lo pactado,/incurrir en desacatos múltiples al silencio/y
subir, volar en perfecta desbandada/cuando el enemigo comience a
preguntar."
En los versos de Carmen viven voces de poetas admirados; Olga
Orozco, Leopoldo de Luis, Miguel Menassa, Neruda, Alberti,
Germán Pardo García, Carilda Oliver, aparecen en sonidos, en formas
vacías y hasta en sentencias.
Y la presencia en ella de una convicción señera: la de la atalayada
espera de la palabra que la hace destino.
Cuerpo de la lectura que cuaja entre los versos, el poema no es
una meta fácil, no aguarda ni viene, simplemente resucita o resiste
en un trazo.
Una escritora del Grupo Cero, Carmen Salamanca, no cree en la
inspiración, sino en la producción del encuentro fortuito donde la
palabra vana abandona su destino cloacal para aspirar a volar
como nube o viento. Escritura inspiradora, iniciática, instante de la
creación fugaz, nada efímera, en esta poeta que hace de poesía y
psi-coanálisis su itinerario metódico y vital, verdadero aliento de
la tarea productiva porque hoy en día las musas además de respirar
ociosamente, sólo acuden en las reuniones de trabajo.
A veces Carmen se recuesta muellemente entre adjetivos, la lengua
para ella es entonces una planta florida, cotidiana y vaga en la
que conviven aves exóticas y gorriones de ciudad.
"En los límites del universo,/desmontamos sinuosas estrategias:/
límpidas maniobras, alguna sospecha/esquinas deformadas
por el uso/y un desliz, esmeralda de sueños/agitada faz de muertos
infinitos./Hoy la luna disfraza nuestras huellas/diluye en su coraza
páginas como estrellas./Cometa desmedido y voraz/en permanente
retorno, imposible."
La poesía es música, también sueño, plaga de versos que limpian
el aire y contagian el alma...
La energía inspiradora de la escritura Grupo Cero también ha
caído sobre mí, después de esta lectura entonces empapada de versos,
que calan mis huesos en sus resonancias. Escribo:
PARA CARMEN
Inalcanzable atalaya de la espera, hemos sondeado el abismo
y extraído
minerales de fuerza perpetua.
Es este un momento donde sin mirar atrás
marco los bordes de un camino
abrupto y fértil, nada solitario;
piedra con piedra y argamasa
otorga solidez a nuestros pasos.
Dentro del paisaje, gruta y nido,
integrantes de una especie liviana y leve
guardan su cautiverio y sus presas.
Miradas ardientes como rehenes a punto de morir.
Humanidad atiborrada de metralla
estallando por doquier
tras el rastro tenue de mundos olvidados.
Cuerpo de mujer
aguantando de frente
el extravío."
María Chévez. Las 2001 Noches, nº 58