GRAMSCI, ANTONIO (1891-1937)
Desde la cárcel, Antonio Gramsci escribió muchas cartas a su mujer. En una de ellasle comparte un cuento para que se lo lea a sushijos: el de un ratón que se bebe laleche del desayuno de unniño. Cuando el niño despierta y llora de hambre, el ratón,
apenado, pide leche a la cabra, que no puede dársela si no paceantes. Pero elprado no tiene hierba, ni la fuente agua... todoestá destrozado por la guerra y laespeculación. El ratón promete en nombre del niño que plantará árboles cuandosea mayor. Todoel mundo se pone a trabajar para que el niño pueda desayunar...y el pueblo recupera su vida.Una breve fábula que muestra cómo lo más pequeño estáconectado con lo más grande, y cómo son lospequeñosquienes pueden impulsar grandes cambios en el mundo.