JIMENEZ LANDA, FERMIN
ALZUZA Museo Oteiza: Del 24 Junio al 31 octubre 2021.
Una producción de la Fundación Museo Jorge Oteiza con el Centro de Arte contemporáneo de Huarte, con la la colaboración de Innova Cultural de Fundación Caja Navarra y Fundación la Caixa y la participación de Aislanat.
El final de un vacío es el principio de otro es un proyecto expositivo y editorial realizado por Fermín Jiménez Landa para el Museo Oteiza y que surge de la voluntad del artista de explorar el vacío generado entre las esculturas de Oteiza, amplificando así el sentido espacial de sus obras. Partiendo del proceso de simbolización del espacio originado entre los elementos que componen una escultura, este proyecto lleva hasta el extremo la comprensión del vacío como materia de trabajo. Para ello, Jiménez Landa no se detiene en la condición espacial activada por Oteiza en el interior de sus obras, sino que ha fijado su atención en la que se genera entre las diferentes obras del escultor.
Fiel a su modo de aproximarse de manera periférica a los grandes discursos del arte, generando sutiles deslizamientos entre forma y significado, Jiménez Landa ha relacionado el vacío, elemento central del lenguaje escultórico de Oteiza, con elementos más afines a su trabajo como el caminar, la cartografía, la provocación de situaciones y lo narrativo, vinculando la raíz común del término vacío (vacuus) con conceptos derivados como vago, vacaciones y vagabundo. Este paradigma le ha llevado a trazar espacios poéticamente activos de 50 centímetros x 2 metros, pero también formas de 50 centímetros x 7.000 kilómetros, midiendo el mundo con la trama invisible generada por los espacios entre las obras de Oteiza y generando nodos de una geografía insólita.
Todo ello ha provocado un despliegue documental de sus intentos, a veces fracasados, de recorrer esos vacíos, accediendo a casas particulares en ciudades como Roma o París y lugares en medio de ningún lugar, cenando con desconocidos o accediendo a cámaras acorazadas, más interesado en lo que habitaba esos vacíos que en los destinos. Junto a esta documentación encontramos unas piezas originadas a partir de la medición escrupulosa del vacío entre varias de las esculturas instaladas en el Museo. Este vacío se ha rellenado con aislante de viviendas, en un juego en espejo de llenos y vacíos y que termina de componer este itinerario experiencial que transita por los márgenes más ignotos de la creación artística y la periferia de Oteiza.