SCHOPENHAUER, ARTHUR (1788-1860)
Arthur Schopenhauer descubre un enorme hiato, casi un abismo, entre aquello a lo que los hombres pueden aspirar, ni más ni menos que la verdad en un sentido que rememora al viejo Platón, y lo que en su vida diaria conduce sus conversaciones y disputas, más parecidas a un combate agonal que a la búsqueda desinteresada del conocimiento.
El pesimismo del filósofo acerca de la condición humana le disuade de cualquier tentativa de reformarla, de modo que emprende la tarea algo acomodaticia de proponer una serie de estratagemas para vencer en las disputas cotidianas, en las que los hombres se comportan como auténticos erizos.
La inteligencia de Schopenhauer se pone al servicio del combate de las palabras, decisivo en la plaza pública, en el mercado, en el gabinete, incluso en la alcoba.