PAZ, OCTAVIO (NOBEL 1990) [1914-1998]
«La lectura de Lévi-Strauss me descubrió tantas cosas el nuevo festín de Esopo
y despertó en mí tales interrogaciones que, casi sin darme
cuenta, hice algunos apuntes. Este texto es el resultado
de mi lectura.» Con estas palabras, el Nobel de literatura
Octavio Paz emprende una lúcida reflexión sobre
la obra del prestigioso antropólogo francés, que celebra
ahora su centenario en vida.
Desde puntos de vista distintos y a veces opuestos,
ambos autores coinciden en ver al hombre como emisor
de signos y, simultáneamente, como un signo entre
los signos. Así, estas páginas constituyen una lúcida
introducción al estructuralismo, pero también una
exposición de las ideas de Paz sobre el lenguaje.
El nuevo festín de Esopo -alusión al célebre apólogo
de las lenguas del fabulista clásico- es una alegoría de la
convivencia humana: toda reflexión sobre el hombre
comienza o culmina en una interrogación sobre el lenguaje
y los significados. Si la sociedad es un sistema de
comunicaciones, ¿podemos descifrar el lenguaje con que
los hombres se comunican desde el origen de la especie?