RONCAGLIOLO, SANTIAGO (1975)
Matías no es bueno jugando al fútbol y además siempre ha tenido problemas para relacionarse con los otros chicos por su timidez. Ahora, para colmo, la muerte de su abuelo le deja solo en el mundo. Menos mal que le quedan todas esas historias que él le contó cada día al llegar de la escuela, y el chico puede vivir con la protección y la compañía de los personajes de aquellos fantásticos cuentos. Esta aventura, que tiene un fondo triste, nos recuerda que cuando leemos o escuchamos historias algo se queda dentro de nosotros para siempre.